Según el indice de percepción de transparencia de la corrupción, del año 2012, nuestro país es uno de los más corruptos del mundo; claro está, esto no es nada nuevo para los dominicanos, de hecho es más de lo mismo.
Esto es un grave problema para una nación que trata de insertarse al siglo XXI de lleno.
La corrupción en sí es un gravisimo problema pero conste que no es el único derivado de este inconveniente. Un problema directo lo representa el hecho de que para los dominicanos esto es algo ‘normal’, sucede una y otra vez y seguirá sucediendo; o al menos eso es lo que cualquier Dominicano expresaría.
Esta percepción viene dada a raíz del hecho de que, independientemente de todos los casos de corrupción que relucen a diario en la prensa y otros que no salen pero que todos los conocen, ninguno son llevados a la justicia y en las raras excepciones que sucede, hay un matiz político detrás.
Nuestra justicia dista de ser independiente como se quisiera y la corrupción se está llevando el dinero necesario para llevar a cabo los cambios que necesita el país para dar el salto que tanto necesita.
¿Pero por qué éste preámbulo?
Como bien sabemos nuestro país se encuentra en una grave crisis financiera producto de una serie de actos de corrupción que han sucedido en la ultima década y que el nuevo presidente, perteneciente al mismo partido que el gobierno anterior, insiste en ‘borrón y cuenta nueva’, o sea, que todo seguirá igual y nadie pagará por el desfalco más grande jamás ocurrido en nuestro país, casi 4 veces del valor de la crisis de BANINTER.
Este día 9 de Diciembre se celebra el Día Internacional contra la corrupción, en ese sentido una serie de organizaciones civiles y políticas se han unido para realizar una marcha donde se pida el detener la corrupción de una vez y por todas.
Pero no solo que de ahora en adelante no ocurran estos actos dolosos, sino que se someta judicialmente a los implicados en la grave crisis que nos hará pagar a todos nuevos impuestos, impuestos que de por sí son muy injustos.
Es tiempo de que como Dominicanos, alcemos la voz, seamos parte del cambio y reclamemos de una vez y por todas nuestros derechos. Este Domingo 9 de Diciembre a partir de las 3PM en el Obelisco Hembra (George Washington esq. Palo Hincado, Malecón Santo Domingo) diremos: NO Más Impunidad.
Debemos luchar por nuestros derechos, debemos luchar por un porvenir digno, por lograr la diferencia, por lograr los cambios que no solo merecemos, sino por los cuales trabajamos.
Este no es un asunto de moda, no es protestar por protestar, es una protesta por el cambio de actitud de quienes controlan el destino de todos los Dominicanos.
Únete y se parte del cambio!!!
La verdadera importancia de la protesta contra la Barrick Gold, la importancia de que el Dominicano proteste y el cambio que esto representa en nuestra sociedad, y el gran engaño de nuestros políticos.
En la palestra publica tenemos un tema bastante polémico como es el sonado caso de la Barrick Gold, una empresa minera de capital canadiense del cual va País en País explotando los recursos naturales para satisfacer las necesidades de riqueza de la humanidad (si, porque muchos de nosotros somos los que demandamos su mercancía). En nuestro caso particular llegaron aquí a través de otra compañía la cual adquirieron y la cual tenían los derechos de explotación sobre la mina de oro de Cotui. A su llegada el desastre ambiental ya era un hecho, por lo cual no pueden ser culpados directamente, sin embargo como los dueños de la empresa que causo el problema y los nuevos arrendatarios del contrato sin duda algunas son los que deben dar la cara.
Pero obviamente el único malo de la película no es la Barrick Gold, de hecho en otras circunstancias seria el bueno, el otro malo resulta ser nuestro estado que nunca hace las cosas bien, y cuando sucede otro lo daña. Nuestro estado fue el subscriptor del oneroso contrato que solo trae perdidas a nuestro país, dejémonos de pendejadas que los famosos beneficios que dicho contrato estipula nunca lo llegaremos a ver y suponiendo que por “ósmosis” sucediera, las recaudaciones las necesitaríamos para arreglar el desastre ecológico causado por la actividad minera.
Ahora bien, lo que veo detrás de todo este acontecimiento es lo siguiente :
La sociedad Dominicana se encuentra en un punto clave de su historia y de su realidad. El Dominicano esta despertando y aprendiendo a reclamar sus derechos, y solo por eso creo que vale la pena protestar en contra de la Barrick Gold [también en contra de los otros miles de problemas que nos afectan].
Digo esto por varias razones, primero es que recientemente la sociedad Dominicana se apunto una victoria cuando un grupo de jóvenes comenzó a objetar la construcción de una cementera en el parque nacional de los Haitises, luego la sociedad se unió a estas protestas y a viva voz se pudo evitar dicha construcción (aun así ya estos habían hecho daño al ecosistema del lugar), pero lo importante fue que el mensaje llego y se pudo hacer la diferencia.
Esto es algo grandioso de por si solo, ya que el Dominicano comienza a darse cuenta que su voz puede ser escuchada, que tiene derecho a protestar y sobre todo que sus protestas darán resultado. Una victoria contra la Barrick Gold sin dudas enviara un meta-mensaje a la sociedad de que mientras mas somos los que reclamemos por nuestros derechos, mas pronto seremos escuchados, es tanto así que nuestros políticos no tendrán otra opción que hacer lo que queramos (después de todo para eso están ahí y por eso los elegimos) y sin dudas es lo que debemos lograr.
Si por casualidad de la vida te preguntas ¿como es que llegamos hasta aquí?, ¿como es que no es tan ajena nuestra propia realidad?, ¿como es que aceptamos las cosas mal hechas sin siquiera oponernos?, ¿como es que una “botella” nos parece algo a que aspirar?, ¿como nuestros “lideres” nos manipulan a su antojo?, creo que la siguiente teoría puede ayudarte a entender.
Nuestros políticos hicieron un grandioso trabajo, si, nos engañaron y ni cuenta nos dimos, nos pusieron a dormir, todo mientras creíamos que hacíamos lo correcto hasta que nos cansamos.
En nuestras calles muchas veces he escuchado que “Los hombres murieron en el 65′”, y la verdad es que eso parece.
Luego que nuestros combatientes enfrentaran al gran imperio vinieron muchos cambios en nuestra sociedad, la primera fue la llegada de Balaguer al poder y con el los famosos 12 años. En aquel entonces aun no se le podía hacer frente a Balaguer y quienes lo hacían seguro que encontrarían la muerte, con el PRD vino el cambio soplado por los nuevos tiempos, pero también hubo mucho dolor por la famosa huelga del 82. En aquel entonces el Dominicano era un ser furioso que peleaba sin siquiera tener en claro porque, entonces venia el engaño y la decepción. Los resultados de esas huelgas, aparte de las lamentables perdidas de vidas, eran mas nuevos ricos, sindicalistas vendidos al postor del momento.
Y aunque para el mundo los tiempos traían nuevos cambios, los 90 trajo consigo de nuevo a Balaguer, y en aquel entonces las huelgas eran algo normales, descontrol social, muertes, promesas incumplidas y todo lo que una “anarquía democrática” puede “brindar” a un país, y así siguió con el primer Gobierno del Presidente Fernandez. Luego todos nos cansamos, se terminaron los engaños (en términos de protestas), ya nadie las apoya, ya no creemos en sindicalistas y esa ha sido precisamente la victoria de nuestros políticos, pues al mismo tiempo que dejamos de pelear, de hacer huelgas de creer en el cambio, así mismo abandonamos nuestras esperanza de un mejor porvenir.
No me imagino que nuestros políticos en algún momento se juntaron para planear semejante estrategia o teoría conspirativa, pero la verdad es que si me imagino a cada uno por su parte pensando en algún momento el como controlar al Dominicano mientras ellos cometían sus fechorías.
Lo lograron, dejamos de lado el reclamar por nuestros derechos y con ello nos olvidamos de nuestros deberes.
Estamos inmersos en un sueño (pesadilla) del cual necesitamos despertar, necesitamos hacernos parte de las luchas, de conseguir mas victorias sociales y que estas se vuelvan nuestras victorias. Así es que podremos forjar un cambio. Esto no sucederá de la noche a la mañana, falta mucho por hacer, pero sin dudas creo que vamos en la vía correcta.
Solo me queda por decir, quéjate, quillate con la Barrick Gold, pero trata de entender el verdadero problema, exige pero da y cumple con tus deberes de ciudadano.
Pa’ Fuera Barrick Gold, aquí no te queremos.
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