Cuando Claire Stenwick (Julia Roberts) agente de la CIA y Ray Koval (Clive Owen) agente del MI6 no lo hacen en las mejores circunstancias, sobre todo para Ray, quien queda semi-drogado y mas que obsesionado con encontrar a Claire.
El tiempo pasa y de una forma u otra se encontraran una y otra vez y llevaran a otro plano la relación en la cual se han involucrado a veces sin parecer quererlo y casi siempre queriéndolo pero aparentando lo contrario. Cuando los dos deciden abandonar el mundo del espionaje gubernamental para involucrarse en el espionaje empresarial las cosas cambian para siempre.
Los 2 pasan a trabajar para empresas, y cada uno lo hace en una diferente pero son dos empresas que desde hace años se encuentran en una guerra fría. Su misión consiste en robar los secretos una de la otra, conseguir la formula para un producto que permitirá que quien la tenga primero lograra ganar una fortuna.
Sus respectivos jefes, Howard Tully (Tom Wilkinson) un magnate de las industrias y Dick Garsik (Paul Giamatti) un visionario desaprensivo, son los generales que llevan esta guerra hasta el ultimo recurso disponible, están dispuesto a todo. Cada vez hay mas en juego, hay una formula de un super producto en juego, todos lo saben y todos la quieren pero a la vez nadie salve realmente que es y/o para que sirve. Así Claire y Ray se verán envueltos en esta maraña super complicada, son lo que mas van a aportar y arriesgar pero al final se darán cuenta de algo mas que no habían podido eludir.
La forma de la historia recuerda un poco a Ocean Eleven, es una comedia ligera y que permite pasar un momento agradable, no mas de ahí.
Lo primero que resalta de esta producción es el reparto de primer orden que tiene y que obviamente sino la conocemos es porque de alguna forma no sobre salio como se
debía esperar.
La película narra la historia y vida de la familia Waechter y lo hará en 2 lineas de tiempo.
Michael Waechter (Ryan Reynolds) esta de regreso en la ciudad de su infancia, planea asistir a la graduación de su hermana en compañía de sus seres queridos.
Al igual que su padre se ha convertido en un escritor, solo que sus libros han sido grandes éxitos, ahora tiene escrito uno nuevo que narra todo lo que vivio
cuando tan solo era un niño, con un pasado tan oscuro es algo que no complace a nadie en la familia.
Antes de llegar a la casa una terrible tragedia ocurre la cual lograra que en cierta manera la familia se una un poco mas, no sin antes pasar por un complejo e intenso drama.
El pasado de Michael comenzara a surgir a través de su sobrino Christopher Lawrence (Chase Ellison), el cual se siente culpable de la tragedia.
El padre de Michael, Charles Waechter (Willem Dafoe), es un hombre que tiene la convinción de que las cosas deben hacerse a su manera pues el sabe lo que esta bien y lo que no, siempre buscara la forma de humillar y hacer sentir mal a este, supuestamente con el fin de que se convierta en un gran hombre. Su madre Lisa Waechter (Julia Roberts), se había convertido en una esposa devota y nunca decía nada ante las circunstancias en que su hijo siempre era expuesto. Contando con que en el futuro las cosas cambiarían.
En el presente el problema de alcoholismo de la esposa de Michael, Kelly Hanson (Carrie-Anne Moss) había acabado con su matrimonio. De igual forma este se enterara de una aventura que tenia su madre con un profesor de la universidad donde trabajaba su esposo.
Es un drama lento y ligero que se deja disfrutar. Hay buenas actuaciones y en general es buena la película, pero sin dudas creo que se quedaron cortos para lo que pudieron haber logrado con esta historia. De todos modos pude digerirse muy fácil.
No, no es un remake es que en estos días tuve el DVD y mientras lo probaba me quede viendo la producción.
Pues bien la historia para quien no la conoce es la siguiente, Edward Lewis (Richard Gere) un millonario que se dedica a la compra de empresas que están en bancarrota para venderlas por pedazos y obviamente ganarse todo el billete del mundo y dos pesos mas, y del encuentro en la vida con una prostituta que le cambiara para siempre la manera en que este ve las cosas y/o el para que las hace.
Lewis no tiene una vida amorosa muy buena que digamos, la mejor oportunidad que tuvo la perdió en manos de su ex-esposa con la cual mantiene una relación de amistad; para el su vida es su trabajo.
Un día Lewis abandona una fiesta de celebración mas de su compañía y planea irse directo para su
hotel en Beverly Hills, pero como su Limusina esta atrapada entre los demás autos se lleva el de su
mejor amigo y abogado, Philip Stuckey (Jason Alexander). Terminara en Hollywood Blv (piensa en la Duarte o en la Bolita del Mundo) donde pidiendo dirección para el hotel conocerá a Vivían (Julia Roberts).
Se van al hotel y por cosas de la vida este le pide quedarse (hay si, como no), imagínense el palo para ella al ganarse el billete, pero el no lo hizo por estar con ella sexualmente, sino porque ella se le veía que nunca había estado en un sitio tan lujoso y claro esta para tener con quien hablar en la noche.
La cosa es que de aquí en adelante y la necesidad que tenia de presentarse con una mujer a una reunión de negocios le pide a Vivían quedarse por el fin de semana, obviamente en el fin de semana el descubrirá que Vivían no es la prostituta que el creía y mas que eso era una mujer con sueños que no había tenido la oportunidad que el tuvo para llevarlos a cabo.
El por su parte descubrirá el amor en el sitio que menos esperaba.
Lo mejor de la película es la química que Gere y Roberts parecen tener. Todo un clásico del cine y de las comedias románticas, ahora claro esta un cliché pero recuerden que es del 1990.