Vince (Sam Riley) es un electricista pobre en Ohio, su familia esta pasando por uno de sus peores momentos. Su padre ha sufrido un terrible accidente y la cuenta del Hospital los ha llevado a vender la casa para poder pagar la deuda que tiene. Aun así Vince se nota optimista ante el futuro.
Mientras trabajaba en una casa escucha una conversación que le cambiaría la vida, aunque sin dudas no tiene detalles de que se trata, pero la decepción que esta a punto de tomar lo llevara por el sendero que jamas imagino. Después que el dueño de la casa donde estaba realizando el trabajo falleciera por una sobre dosis, este asume su identidad y se ve envuelto en un juego muy peligroso.
Poder, ambición, muerte y corrupción son las variables que definen al juego; y claro esta, mucha suerte para los participantes. Esto claro esta no lo augura el numero que le ha tocado a Vincent, el numero 13.
Un gran elenco componen este intenso Thriller que sin embargo no son necesarios porque aquí no hay actuaciones. Es lo suficiente entretenida como para mantenerte a la expectativa de lo que va a suceder.
Hay películas que simplemente no tienen razón de ser, mucho menos lógicas, aquellas que los que saben de eso le dicen non-brainer movies. Después de todo ni siquiera hay que usar el cerebro para verlo, es un ataque frontal de imágenes que vienen y van a compás de la música. Por suerte existe este tipo de genero, ya que a veces uno no esta en utilizar mucho la cabeza y es cuando caen bien este tipo de películas.
Si recuerdan la primera parte de esta saga sabrán que es una “vaina” loca, las cosas que pasan aqui son mas imposible que lo que Hollywood no tiene acostumbrado, esta segunda entrega va aun mas allá, comienza exactamente donde termina la primera.
La trama es bastante sencilla como sabrán, en la primera parte nuestro anti-héroe Chev Chelios (Jason Statham) es envenenado con una sustancia mortífera pero vive para contarlo, esta segunda entrega parte de este punto. La triada que quería matarlo ahora le necesita, el gran jefe de la misma es un viejo que esta casi muriendo, casi 100 años, así que la idea fue simple, como Chev tiene un corazón tan fuerte vamos a quitárselo y ponérselo al viejo.
A Chev simplemente le ponen un corazón artificial (lo dejan vivo solo para que su muerte sea mas interesante), pero obviamente peleara por su corazón. Así que con batería en manos y electrocutándose donde quiera que encuentra electricidad nuestro amigo hará de las suyas por todas las ciudad, incluyendo su acto sexual-erótico aun mas nítido que el de la primera parte.
Peleas y golpes por doquier, risas con los disparates que le suceden y menos patadas de las que uno esperaría de Jason Statham es lo que nos trae esta segunda entrega, con sabemos no sera la ultima de ellas.
Muy recomendada para quienes disfrutan de este tipo de cine y/o para cualquier día que usted no quiera que su cerebro genere.
En esta parte de la saga nuestro amigo Frank Martin (Jason Statham) se ha retirado del negocio, ha hecho las pases inclusive con el Inspector Tarconi (François Berléand). Cuando le buscan este refiere a un amigo que se encuentra en el negocio; sin embargo esta vez Frank necesitara tomar el toro por los cuernos.
Cuando se encontraba en su casa, el carro de su amigo choca contra la misma destruyéndolo todo, sin percatarse de un artefacto que se lleva en su muñeca llama una ambulancia y minutos después todo es un caos de fuego y destrucción. De otra cosa que no se percato fue de la joven que estaba durmiendo en el asiento del auto.
Los dueños de la mercancía se la pondrán incomoda a Frank, o matan a la chica, Valentina (Natalya Rudakova), o acepta hacer el trabajo. Las condiciones son simples, lleva la mercancía a los lugares que se le irán comunicando sin alejarse del carro a mas de 60 metros o explotaran.
Mientras todo esto sucede el padre de la chica, un oficial del gobierno en contra de las políticas corruptas medioambientales de las grandes corporaciones, es informado de que su hija ha sido secuestrada y sino firma un documento permitiendo la importación de desechos tóxicos ella morirá.
A su manera Frank hará todo para salvar la vida de la chica y la de el.
Es mucho mejor que la segunda parte y esta llena de adrenalina. Si usted sabe lo que va a ver (patadas, velocidad) entonces meta mano.
Otro remake, en este caso de la Película Death Race 2000 del 1975.
Año 2012, Estados Unidos ya no es la primera potencia mundial, y las cárceles no son reformatorios, ahora corporaciones son las que rigen las mismas y para sacar beneficios han creado un sistema de juegos los cuales transmiten por Internet y de esta manera ganar dinero.
Una de estas cárceles, la Terminal Island Prison tiene uno de los mejores Show, el Death Race. Una carrera de autos a muerte, quien logre 5 victorias sera liberado.
La película comienza en la parte final de una carrera entre Machine Gun Joe (Tyrese Gibson) y un enmascarado llamado Frankenstein (David Carradine). Cuando la defensa de Frankenstein falla se da por muerto, pero con 4 victorias se ha convertido en una leyenda que genera millones de dolares.
Es por esto que la directora de la prisión Warden Hennessey (Joan Allen) decide buscar a un nuevo convicto para que use la mascara de Frankenstein y continué el legado; es así como esta consigue al nuevo recluso Jensen Ames (Jason Statham), un ex-corredor que puede encarnar perfectamente al héroe de la prisión.
Cuando Jensen se muestra sin interés alguno en participar en estas actividades, Hennessey le muestra la foto de su hija y lo chantajea para que este participe y mientras este en la pista se dará cuenta que la muerte de su esposa no fue un accidente aislado sino que fue una trampa para que este llegara a la prisión y corriera en esta carrera.
Ahora Jensen tendrá un motivo para terminar la carrera mantenerse vivo y vengar la muerte de su esposa. Aparte que tendra que salvar su propia vida, pues Hennesey no iba dejar salir a Frankenstein ni a nadie mas que pudiera ganar las 5 carreras.
Lo único lamentable (si se quiere) de esta producción es que Jason no anda dando patadas a diestras y siniestras, después de eso todo lo demás es pura adrenalina.
Una excelente producción si lo que quieres es ver altas velocidades, efectos especiales y muertes nítidas. Muy recomendada para ver en coro.
Si algo tienen las películas de Guy Richie en común es que a veces son tan complicadas que se vuelve sencillo el entenderlas, claro teniendo en cuenta que haz visto una suficiente cantidad de producciones como para darte cuenta como van a salir las cosas, por suerte esto no le quita nada de sabor a las mismas.
Eddie (Nick Moran) es un jugador fino de cartas, sabe como jugar y sobre todo sabe entender las reacciones de las personas; teniendo esta habilidad convence a sus 3 amigos para jugarse los ahorros de sus vidas contra Harry (P.H. Moriarty), un mafioso de la zona.
Aunque Harry es muy bueno también no tiene oportunidad contra Eddie, excepto que el primero es muy tramposo, asi que no solo le gana a Eddie sino que lo pone en la difícil situación de hacerlo apostar mucho mas de lo que puede pagar, así que perderá los 100 mil mas otros 500 mil que terminara apostando.
Eddy escucha unos mafiosos hablando de atracar a unos vendedores de drogas, hay un buen botín en dinero y en Marihuana, así que crean un plan, después que estos roben ellos le robaran a estos, y consiguen a quien venderles la droga de paso; lo que claro ellos no saben es a quien le están vendiendo la droga de antemano era el verdadero dueño, aparte de esto hay 2 armar antiguas que están usando las cuales Harry esta loco por tenerlas en su poder, y de hecho había puesto a varios ladrones a robarlas en primera instancia.
Todo se mezcla de una extraordinaria manera. Mafiosos, Gansters, plomo, violencia, suerte, coincidencias, cruces es lo único que veras en esta excelente producción.