Leonard Kraditor (Joaquin Phoenix) es un hombre que sufre de un problema de bipolaridad, ya ha intentado suicidarse y se mantiene bajo estricto tratamiento medico, todo esto apareció cuando los padres de su ex-novia le hablaron de una clínica en la cual probaron la compatibilidad y/o probabilidad de tener hijos y que nazcan sin problemas, su novia, al darse cuenta de que las probabilidades de problemas eran muy altas le abandono y desapareció para siempre dejándolo sumido en una depresión.
Leonard vive con su padres, quienes tienen un negocio de lavandería y donde el suele trabajar. Preocupados por su futuro, buscan la manera de asociarse con otro comerciante, hacer un buen negocio y dejar que este lo maneje asegurando de esta manera su porvenir, pero aun mas importante que esto es lograr conseguirle una esposa. Es ahí cuando entra en escena la hija del comerciante Sandra Cohen (Vinessa Shaw), la cual se interesa por el.
Al mismo tiempo que Leonard conoce a Sandra, conoce también a su nueva vecina Michelle Rausch (Gwyneth Paltrow) quien le intriga profundamente e inmediatamente le gusta.
Entonces por un lado tendrá a Sandra y la familia de esta con la cual su padre esta negociando, a el le gusta pero no lo suficiente para querer estar siempre con ella, sin embargo el no quiere dañar el negocio de la familia, aunque su madre solo quiera su felicidad; por otro lado esta Michelle, quien es un verdadero desastre, ya que esta locamente enamorada de un hombre que tiene una familia desde hace mucho tiempo, le ha prometido dejarla pero obviamente esto nunca sucede, Leonard tratara de convencerla de que abandone ella y se vaya con el fuera de la ciudad.
Podrá esta historia terminal bien?, podrá Leonard hacer lo que quiere sin que nadie salga herido?.
Una historia romántica con buenas actuaciones, una de las ultimas películas del loco de Joaquin Phoenix.
Lo primero es que de verdad no esperaba mucho de esta producción, de hecho ni recordaba de que trataba, sin embargo fue una sorpresa bastante agradable.
Como dice el eslogan, la Inteligencia es relativa.
Todo comienza con Ozzie Cox (John Malkovich) un agente de la CIA que después de ser sacado del proyecto decide renunciar y dedicarse en principio a escribir sus memorias, información la cual va colocando en su computadora personal. Hasta aquí todo bien.
El problema surge cuando su mujer Katie Cox (Tilda Swinton), quien le esta engañando se lleva de su abogado y comienza a recolectar información para el divorcio, cosa de tener sus finanzas bien claras. Katie copia la información de la computadora personal de su esposo y la copia en un CD, sin embargo este CD se pierde en el Gimnasio donde es encontrado por unos empleados sin escrúpulos.
Entre estos empleados esta Chad Feldheimer (Brad Pitt), un empleado medio idiota que jura que las cosas suceden en la vida como las películas. Cuando este lee la información del CD este consigue el numero de teléfono de Cox y pretende llamarlo con la intención de que este le de una recompensa.
Para esto se asociara con Linda Litzke (Frances McDormand), una mujer que esta entrando en edad y que quiere hacerse unas cuantas cirugías cosméticas. Nada sale como lo planeado y a Linda se le ocurre la idea de chantajearlo y así conseguir el dinero necesario para cubrir sus cirugías ya que el seguro no le cubre estas.
Para colmo de males Linda se ligara con Harry Pfarrer (George Clooney) un agente del tesoro que es con quien la esposa de Cox le esta engañando.
Entonces la historia se desenvolverá con Linda queriendo vender la información a los rusos, mientras que la CIA investiga la situación de venta de información y terrorismo, al mismo tiempo Chad es enviado a conseguir información en la casa de Cox, pero allí sera sorprendido por Harry y algo saldrá mal.
Todo se convertirá en un lió, todos pegándose los cuernos, mientras se confunden con que es lo que quiere hacer cada quien, una conspiración, persecuciones y la demostración de que la inteligencia es verdaderamente relativa.
Una producción muy agradable, muy ingeniosa y de verdad una muy agradable sorpresa.
